Me declaro obsoleta en cuanto a métodos de escritura. Me resisto a que la tecnología invada toda mi vida por lo que siempre hago trabajo doble, es decir, primero lo escribo todo a mano y después tecleo y tecleo.
El que me conoce dice que soy digna de mi década, aquellos maravillosos 80´, lo mismo te escribo completamente recta en un folio que te manejo sin manual el mas exquisito de los smartphone, pero en mi casa hay tantas libretas y lapiceros como contactos tengo en las redes sociales.
Me produce la misma emoción un cuaderno en blanco que tener un móvil nuevo, que dicho sea de paso me muero por un Galaxy Note pero dinero dinero, pero si me ofrecen ese terminal de ultima generación a la paz que un hermoso papel en blanco sin duda cogeré una pluma y haré mio ese solitario folio, total mi móvil funciona.
Mas que el arte de escribir a mano debería ser el placer pero la inspiración es la que manda y ella decide como se llaman las cosas.
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